diciembre 08, 2007

Importancia del Agua y los Solutos

El agua en el interior del organismo es un componente fundamental, más si se considera a modo de muestra que en el cerebro se encuentra en un 75%, en la sangre un 92% y en los músculos un 75%. El agua ayuda en casi todas las funciones que permiten la supervivencia, tales como regular la temperatura corporal, transportar nutrientes, controlar la presión sanguínea, purificar los riñones y mantener en perfecto funcionamiento el sistema linfático *, entre muchas otras. Es por esto que la presencia de la regulación osmótica se hace imprescindible para el mantenimiento sano del ser humano. Los líquidos pueden ser ingeridos o ser de origen metabólico, para luego perderse a través de la orina, las heces, el sudor o los pulmones (Diego Worlicek, 1997).
El agua y las solutos son indispensables para la vida, y en el medio interno se pueden encontrar como la composición constante intracelular y también extracelular (intersticial y plasma), desempeñando funciones específicas para los elementos celulares, como constituyentes esenciales de las células dentro de las cuales cada una conserva su composición hídrica y mineral requerida. Uno de los compuestos minerales encargados de mantener la presión osmótica y equilibrio ácido-base es el cloruro de sodio, estos se encuentran de forma abundante en el organismo. Existen otros componentes que se encuentran en menor cantidad desempeñando diversas funciones reguladoras; el calcio es el que da forma y persistencia al citoesqueleto, mantiene la presión osmótica y el equilibrio ácido-base del organismo, interviene en la regulación del metabolismo del agua y del volumen de la sangre, un déficit sea por carencia o por absorción intestinal insuficiente conduce a una mineralización imperfecta de los huesos ya sea en adultos o en niños; el sodio es el más abundante de los líquidos extracelulares del organismo, en los que se encuentra en estado de cloruro y bicarbonato, cuando el sodio se encuentra en equilibrio junto a los iones de cloro constituyen uno de los factores principales de regulación osmótica y del equilibrio ácido-base, la disminución de sodio en las primeras etapas de la vida origina retención de líquidos, pérdida de peso, disminución de crecimiento; por su parte el potasio característico del líquido intracelular, regula la presión osmótica, es indispensable para el funcionamiento normal del intestino, para evitar lesiones cardiacas y renales, además de su función diurética; desequilibrios en el balance del cloro y sodio que originan eliminación o retención de agua en el organismo (Diego Worlicek, 1997).
* Puedes encontrar el significado de las palabras destacadas en la sección Conceptos Introductorios.

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